Los Mayas
La historia de la antigua civilización maya se divide en tres períodos principales: El Preclásico, Clásico y Posclásico. Estos fueron precedidos por el Período Arcaico, que vio los primeros asentamientos y el desarrollo temprano de la agricultura. S desarrolló en el sureste de México (en los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco), prácticamente todo Guatemala y también en Belice, la parte occidental de Honduras y en El Salvador, abarcando más de 300,000 Km^2.
Esta cultura introdujo grandes avances en matemáticas, escritura, arquitectura y astronomía, y poseía su propia organización social, política y religiosa, la cual influyó sobre el desarrollo de culturas posteriores. Dicha organización estaba dividida jerárquicamente de la siguiente manera:
Sacerdotes: Miembros de la clase religiosa a quienes se les otorgaba el poder supremo, ya que se les creía capaces de comunicarse con los dioses.
Gobernantes: Familias encargadas de gobernar las ciudades-estado. Vestían de una manera diferente al resto.
Nobleza: Jefes guerreros, altos funcionarios, caciques y algunos comerciantes.
Artesanos y campesinos: Solían vivir en las afueras de la ciudad en bajas condiciones económicas y en algunos casos eran considerados esclavos.
Esclavos: Miembros más bajos de la sociedad Maya, quienes ejercían trabajos para la nobleza y el Estado de manera forzosa.
Los Mayas formaron ciudades-estado con cierta independencia y gobiernos propios, a su vez tenían líderes políticos con cargos divinos y hereditarios. Aunque se organizaban de tal forma, políticamente en Estados con formas de gobiernos independientes, todas estas ciudades tenían las mismas costumbres y religión. Un ejemplo de las ciudades-estado son las Ruinas de Chichen Itzá, una de las más importantes:
La economía de los Mayas se basaba en la agricultura y producía principalmente maíz, frijoles y algunos tubérculos, tales como el poroto y la batata. A través de cultivos producían medicinas, tejidos y materiales de construcción. Su agricultura fue muy desarrollada gracias a sus técnicas avanzadas de irrigación de los suelos, a través de sistemas de canales que proporcionaban agua en la estación seca y mantenían los cultivos durante todo el año.
Los Mayas creían en la existencia de mundos anteriores que habían culminado gracias a un cataclismo de carácter natural que identificaban con un diluvio, también tenían la creencia de que el mundo actual no escaparía de tal destino. En cuanto a la vida después de la muerte, este era un punto de gran importancia dentro de la religión, dado que los Mayas sostenían que existía una completa vida post-mórtum en la cual el paraíso se encontraba reservado para aquellos que habían sido sacrificados, asesinados o muertos durante la niñez. Los dioses mayas eran en su mayoría reptiles, presentando dos aspectos diferentes que simbolizan su benevolencia y maldad. Algunos de sus dioses principales son:
Dios Itzamná: Se le considera un héroe cultura porque su enseñanza contribuyó al cultivo de maíz, la creación de calendarios y el descubrimiento de la medicina maya.
Dios Chaac: Era un dios de las lluvias, se decía que en una mano cargaba un hacha con la cual golpeaba las nubes para hacer llover.
Ix Chel: Diosa de la fertilidad, de las cosechas, la sexualidad y el embarazo, por ello las mujeres le encomendaban la protección de sus hijos.
Kinich Ahau: El dios del sol, se dice que era generador de luz, del tiempo, el calor y de los cuatros rumbos que tenían el universo en su vasta extensión.
